Terapia Psicológica y Flores de Bach

jueves, 29 de enero de 2015

NEGACIÓN... EL MAL DEL SIGLO

Hoy en día dicen que el mal del siglo es el estrés y otros más dicen que es la depresión, sin embargo desde mi punto de vista la raíz de los problemas de este siglo es la negación. La negación de lo que somos, de dónde venimos y de lo que merecemos.


 

En mi experiencia en el consultorio, la gran mayoría de mis pacientes han iniciado con la misma frase “no sé qué me pasa, pero…”, (¿sabías que, el PERO siempre anula todo lo que hayas dicho antes de él?) así que por consiguiente mi trabajo es ayudarte a ver aquello a lo que has cerrado tus ojos, lo que estas negando y te ha hecho daño o provoca daños a los demás.

Generalmente las personas tendemos a anular o negar lo que nos incomoda, lo que nos molesta o nos lastima, esto como una forma de defender nuestra mente y nuestra salud mental, por desgracia muchas veces, si no es que la mayoría, solemos desatar una serie de síntomas que terminan haciendo todo lo contrario a lo requerido ya que en realidad no estamos solucionando nada, y la mente en un esfuerzo por cerrar ese círculo, presenta situaciones que nos fuerzan una y otra vez a cerrarlo, al menos de manera representativa. 

Al cerrarnos a estas situaciones sólo las estamos limitando a un nivel de consciencia bajo en el que pueden hacer, literalmente, lo que quieran con nosotros, como diría Carl Jung “Hasta que lo inconsciente se haga consciente el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino”.

Al negar  tus problemas niegas tu responsabilidad sobre ellos y permites que te manejen y dicten tu vida, entonces por consecuencia ya no eres dueño de tu vida y muchas veces te pones en manos del mundo, de mamá, de tu pareja, del horóscopo del día, de modas y muchas cosas más, es ah{i donde empiezas a negar lo que te mereces.

Típico y seguro lo has escuchado:
  • Es que no sé porque siempre me tocan puros novios agresivos.
  • Siempre que empiezo un proyecto termina fracasando.
  • No puedo estar quiet@ y “no hacer nada”.
  • No sé porque siempre me siento tan triste y desdichad@.


¿Qué hay detrás?
  • No merezco amor.
  • No merezco el éxito.
  • No merezco descansar.
  • No merezco ser feliz.


Sólo hasta el momento en que decides aceptar que hay algo que te está provocando dolor es que empiezas a elevarlo a la luz consciencia y es posible resolverlo. ¿Es incómodo?, sí, ¿implica trabajo?, sí, ¿puede ser doloroso?, sí; sin embargo haz cuentas, es más trabajo para tu mente estar dándole diariamente opciones de síntomas para que se siga ocultando el problema y finalmente puede durar dos días, un mes, un año pero nunca será más que una vida incómoda.

Todo esto es como una piedra en el zapato. Comenzarás diciendo que algo te molesta, muy en el fondo sabes que es una piedra, es más, hasta es muy posible que sepas cuándo se metió o porqué, sin embargo como caminaste y de repente la dejaste de sentir se te hizo fácil seguir con tu día, pero cualquier movimiento en falso, y ¡pff!, dolor instantáneo, hasta que decides detenerte y sacarla.

La decisión del dolor es sólo tuya, tu decides cuánto dura y cuánto duele, pero de la misma manera tú tienes la decisión de ser feliz… ¿Qué esperas? ¿Seguirás negándotelo?


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