Motivación: Del debo al quiero

"Si quieres vivir una vida feliz átala a una meta, no a una persona o un objeto."

Albert Einstein

¿A tí que te mueve?

La motivación son esas necesidades que pueden ser físicas o psicológicas que nos mueven hacia un objetivo o conducta en particular. No siempre estamos muy conscientes de ellas, por ello es preciso conocerlas escarbándo un poco para saber realmente hacia dónde estamos orientados, y si en verdad queremos dirigirnos hacia esa dirección. Por ejemplo, hay personas que a pesar de desear el éxito, tienen intrínsecas motivaciones que lo llevan al fracaso, pues tal vez en algún momento de sus vidas internalizaron que eso es lo que en verdad merecían. 

Una vez venciendo este tipo de pensamientos que nos dejan esa sensación de "Sólo soy un ya merito" podremos encaminarnos hacia nuestras verdaderas metas y sobretodo tener la fortaleza psicológica y la energía suficiente para persistir hasta llegar a ellas.

Como vimos en el video de "La pequeña rana" no podemos dejar la motivación a lo externo a nosotros pues no siempre vamos a obtener lo que necesitamos, es por eso que la motivación más efectiva es la interna.

Para conocer más de la motivación hay que decir que está totalmente relacionada con una necesidad a cubrir; según Abraham Maslow nuestras necesidades están jerarquizadas de manera ascendente, estando primero las más importantes para la supervivencia. Sólo en el momento en el que tenemos una necesidad considerablemente satisfecha podemos sentir la necesidad de cubrir una que se encuentre en el siguiente escalón. 

Siguiendo esta directriz podremos ver que muchas veces creemos estar cubriendo ciertas necesidades como las de autorrealización, sin embargo en realidad las que estamos tratando de satisfacer son unas más básicas como la de  reconocimiento o afiliación, por lo que tanto el planteamiento de nuestras metas como nuestra motivación para lograrlas pueden establecerse erróneamente.

Como ser humanos nuestra meta es cubrir nuestras necesidades de autorrealización, estas están en la cima porque implican que estas explotando todo tu potencial, es decir, estás haciendo "lo que viniste a hacer" al mundo, es decir, ya no implica más que la satisfacción propia del crecimiento personal. 

Ya habiendo conocido nuestras necesidades cubiertas podemos hacer que nuestra motivación pueda trascender del "TENER QUE" al "QUERER QUE", cosas completamente diferentes. ¿Diferentes? Sí ¡y mucho!

• Querer.-Tener el deseo, la voluntad o la intención de hacer, poseer o lograr algo.
• Tener.-Deber hacer una cosa u ocuparse de ella.

Por lo general no nos hacemos conscientes de esta diferencia y utilizamos el "tengo que" en nuestras declaraciones, sin darnos cuenta que implica una obligación, y que al no tiene nada que ver con tu voluntad ni con tus deseos hace inconscientemente que la tarea o la meta parezca más difícil de lo que es. ¿Cuántos de nosotros nos quedamos en el: "Tengo que hacer ejercicio", "tengo que aprender otro idioma", "tengo que buscar novio" y nunca lo logramos o no perseveramos? 

La pregunta es ¿En verdad QUEREMOS? 

Lo que nos lleva al punto crucial de la motivación: La VOLUNTAD, que es una capacidad mental que nos da la fuerza consciente que nos dirige y mantiene en camino hacia nuestros objetivos. Para que un acto sea voluntario hay que tener una deliberación consciente de los motivos que nos llevan a él, la toma de decisión para ponerlo en práctica y finalmente el asumir la responsabilidad de sus consecuencias. 

La voluntad implica raciocinio, libertad, sin ella sólo seríamos esclavos de nuestros instintos.

Cuando tenemos claras nuestras necesidades, nuestras decisiones van a pasar a un plano tangible a través de la voluntad, que nos dará una motivación llena de esperanza y entusiasmo suficiente para vencer los obstáculos que nos separen de nuestros objetivos. Ahora ¿Estás preparado para el éxito? ¡Ya tienes la receta!